El
día 4 de enero de 2014 estábamos convocados por el Museo Würth muchos
de los artistas presentes en la exposición "Espacio 120 m" para hablar y
transmitir las diferentes sensibilidades, sentimientos e ideas que en
esta muestra se hallaban por los suelos. La tarde del día 4 se convirtió
en una velada de palabras e imágenes. Uno a uno, cada artista exponía
su quehacer, significados y motivaciones en el auditorio del museo. El
transcurrir de tiempo se convirtió en denso e intenso. El escaso margen
parlamentario concedido a los artistas, 5 minutos, hizo que las ideas
volaran cual palomas, y cada nueva intervención llenaba de plasticidad
el ambiente. La organización del museo más que perfecta, con un trato,
deferencia y amabilidad que hacía sentirse a todos los
presentes cómodos,literalmente como en tu propia casa. La idea de
exponer las obras por los suelos resulta al final original y novedosa.
La acuarela que pinté en directo en esos escasos cinco minutos
intenta ilustrar un poema de Alejandra Pizarnik. La brevedad se alió
conmigo. La brevedad de tres versos:" Estos ojos / sólo se abren / para
evaluar la ausencia", y la fugacidad del tiempo se alocaron en esta
rápida acuarela. La concentración en el trabajo desdibujó, pienso, mis
explicaciones. Mi intención era significar nuestros limitados sentidos,
nuestra construcción mental y visionaria de la realidad y reflejar
nuestra meta; intentar plasmar lo inespresable.
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